La semana pasada recibí una llamada de Miguel Olivares, socio fundador y director creativo de La Despensa. Este lunes había rueda de prensa para presentar su nueva campaña para Pikolin. Como sabe que vivo pegada a la pantalla, colgada de internet, sometida a la actualidad y que rara vez puedo acudir a las convocatorias, quería informarme de primera mano de la campaña para que estuviera en igualdad de condiciones que mis compañeros. La condición era no publicar la información hasta que hubiera acabado la rueda de prensa.
La Despensa ha decidido asociar la marca Pikolin a la salud acústica. Para ello le propuso que insonorizara un edificio del madrileño y ruidoso barrio de Malasaña. A partir de hoy el inmueble será conocido como el Edificio Pikolin.
La campaña se reforzará con un videoclip en clave de humor protagonizado por Nacho Vigalondo, radio, exterior y un completo site en el que es posible descargarse el estudio realizado en el edificio, el videoclip, música para conciliar el sueño, fondos de pantalla relajantes…y muchas cosas más.
El otro día decía en este mismo blog que, dada la inmensa repercusión social de la publicidad, los distintos agentes del sector (agencias y anunciantes) deberían aprovechar sus campañas para, además de vender sus productos, construir un mundo mejor. Éste es un buen ejemplo. En esta ocasión La Despensa y Pikolin han insonorizado un edificio, mejorando la calidad de vida de una comunidad de vecinos. Además han despertado un movimiento de concienciación sobre la importancia de la salud acústica.
Llevo varios meses tratando de entender a los chicos de La Despensa, a Miguel y a Javi, y hoy, he dado con el clavo, sinceramente, son unos cracks a la hora de hacer comunicación 2.0. Muchas felicidades.