Botillo Berciano

El pasado 24 de diciembre, Juanma, mi colega y gran amigo de «El Publicista», llegaba a Toreno, su pueblo, tras un largo viaje en autobús durante el cual tuvo tiempo para pensar. Eran sus primeras navidades en el Bierzo desde que creó su blog Plumilla Berciano…en Madrid y se le ocurrió que podría sortear algún botillo (plato típico de su tierra) entre sus lectores. Decidió premiar al más rápido y también al que explicara de forma más original porqué quería conseguir un botillo. Pronto se sumaron a la iniciativa dos empresas de embutidos de la zona que le cedieron hasta diez piezas para sortear.

Aquellos días estuve totalmente offline. Cuando me volví a conectar, con motivo del concurso de Atrapalo.com y la avalancha de visitas de mi cumpleaños, ya era demasiado tarde. El plazo para participar en el sorteo se había terminado y me había quedado sin botillo. Pero descubrir el éxito de la campaña, que incluso había salido en varios medios de comunicación, hizo que se despertara en mí la inquietud de probar ese plato del Bierzo. Ni corta ni perezosa le pedí a Juanma que me mandara uno y hoy nos lo hemos comido.

Hay que pinchar la piel del botillo para que suelte la grasa

Venía envasado al vacío. Había que abrirlo 24 horas antes. Se le pincha la piel para que suelte la grasa y se cuece durante dos horas a fuego lento. Cuando falta media hora para terminar la cocción, se añaden unas patatas (se pueden añadir también berzas, acelgas, grelos u otras verduras o legumbres, pero nosotros hemos preferido saborearlo de la manera más simple).

El botillo es un plato fuerte. Su sabor se asemeja al del chorizo o la cinta de lomo, por la forma en la que viene preparado. Deja un regustillo picante en la boca, que crea un perfecto maridaje con las patatas y un buen vino de uva Mencía, originario de la misma zona.

Las patatas y el vino de uva Mecía hacen buen maridaje con el botillo